miércoles, 11 de febrero de 2009

ALTERNATIVAS A LA VIOLENCIA ENTRE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

San Cristóbal. Licda. Jeannery Alcántara de Wilson
Los padres y madres de hoy debemos estar alertas ante las señales de la sociedad actual, pues vemos con gran pesar como la violencia está llegando hasta nuestros jóvenes, convirtiéndolos en agresores y transgresores de la ley, ante la mirada atónita de todos los que le rodean.
Es tiempo de analizar y reflexionar mas profundamente, pues no basta en decir que la desintegración de la familia, o el aumento de la drogadicción, el pandillerismo, son las causas de esta situación, En mi opinión, debemos tomar algunos puntos de referencia para definir claramente lo que necesitan nuestros niños, niñas y adolescentes para prevenir situaciones de violencia.
Sabemos que es la convergencia de varios factores, a saber: sistema familiar disfuncional, patrones de violencia aprendida, presión de grupo, etc., los que se conjugarán posiblemente en un individuo violento. Por tanto, es yendo a las fuentes que encontraremos alternativas a estas inconductas.
A través de las juntas de vecinos y las escuelas de padres podemos llegar a las familias e identificar aquellas con indicadores disfuncionales y a partir de allí establece modos de intervenir o referir a las distintas redes de apoyo. En este sentido planteo que las juntas de vecinos redefinan sus objetivos y prioricen el tema de la violencia en el seno familiar y que las escuelas de padres vayan a la comunidad, pues en muchas ocasiones, los padres que más necesitan no acuden a los centros escolares a escuchar las charlas.
Necesitamos además el surgimiento, donde no existen, de grupos de jóvenes y adolescentes que promuevan conductas sanas, y donde ya existen, se requiere su fortalecimiento para que se conviertan en un atractivo para los jóvenes que no acuden.!Cuántos grupos de jóvenes y adolescentes en nuestras iglesias y la gente desconoce su existencia!
Creo que es tiempo de evaluar como estamos compitiendo con los grandes males Sociales, pues sin ser pesimistas, a veces pareciera que vamos perdiendo terreno y la falta de empatía, la deshumanización y la falta de identidad se adueñan de nuestros jóvenes.
Es desde la comunidad, del barrio, de la iglesia, de la escuela, de la junta de vecinos, etc. que podemos ayudar a nuestra niñez y adolescencia a encontrar el camino perdido, y estamos seguros que solos no lo lograrán, debemos involucrarnos y convencerlos con el ejemplo, de que hay alternativas distintas en el manejo de conflictos y en la construcción de un proyecto de vida.

No hay comentarios: